Aquí nació Juan Martín "El Empecinado". Con el mismo nombre se conocía a los naturales de este pueblo, por unos arroyos llenos de pecina que lo atravesaban. La iglesia parroquial es del s.XII-s.XVI. En este municipio encontramos además de dos fuentes, un puente romano y un yacimiento arqueológico.
A 64 kilómetros de Valladolid sobre una ladera que cae hacia el arroyo Botijas, se encuentra el pueblo más oriental de nuestra provincia. Un pueblo que tiene como dato curioso ser la tierra que vio nacer a Juan Martín "El Empecinado". Está situado en el Pico Cuchillejo, que en realidad es un páramo donde no se llegan a los 1.000 metros.
En cuanto a edificios de interés sobresale de forma clara la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, situada en lo más alto del núcleo urbano. Es una construcción en piedra, con bóvedas de cañón con lunetos y yeserías, y cabecera eminentemente románica. Destaca el crucero con cúpula y linterna que al exterior se muestra con un chapitel. En el interior, varios retablos pequeños y unas pinturas al fresco en el altar mayor, ponen la nota de color.
Además, entre las casas de adobe y piedra que componen su caserío, sobresalen varias casas antiguas de piedra con algún escudo en su fachada, como la que se encuentra en la parte de atrás de la iglesia.
Sus dos fiestas más importantes son las de Nuestra Señora de la Asunción el 8 de septiembre y la popularmente conocida como "La Socorrilla", durante el segundo fin de semana de mayo. Ambas cuentan los diversos actos religiosos y procesiones, aunque las de septiembre ofrecen bailes y juegos donde poder disfrutar con amigos y familiares en un tono desenfadado.
Por último, hay que comentar que si alguien quiere subir hasta el Pico Cuchillejo, seguro que la vista no le defraudará, ya que, aparte de contemplar el curso del arroyo Botijas, se llega a avistar la Cordillera Central que separa Castilla y León de Madrid. A la vuelta le espera un parque en la parte baja del pueblo donde poder descansar y reponer energías.